Conoce algunas de las claves indispensables a la hora de escoger un dentista o la mejor clínica odontológica.
En la odontología hay buenos y malos profesionales, como en otras áreas. Pero, hay situaciones de intrusismo laboral que ponen en peligro la salud de los pacientes. De esto, viene el escoger un buen odontólogo o centro dontológico para el momento de someterse a un tratamiento. No es únicamente una cuestión económica, sino que hay que tener en cuenta numerosos causantes.
Posiblemente, al paciente le resulte difícil comprender la calidad profesional de su odontólogo, ya que para valorarlo no va a tener más que algunos puntos externos o superficiales que verdaderamente son insuficientes para lograr hacerse un concepto certero del mismo. Y este desconocimiento se acentúa cuando el paciente no tiene referencias de familiares, amigos u otros expertos. Por esto, entendemos que este artículo podría ser de tu interés.
CONSEJOS PARA ESCOGER UN ODONTÓLOGO O MEJOR CLÍNICA ODONTOLÓGICA
Fundamentalmente, hay 4 puntos a tener en cuenta cuando hablamos de escoger un odontólogo o la mejor clínica odontológica: la capacitación profesional, el presupuesto, la localidad geográfica y el trato personal.
1. Comprobar la capacitación profesional
En relación a la capacitación profesional es infaltante corroborar que hablamos de un dentista colegiado, debido a que de esta forma se tiene la seguridad absoluta de que es licenciado en odontología. Todos los expertos titulados tienen que formar parte a un colegio de dentistas, y el hecho de no conformar parte de ninguno es una señal de que quien dice serlo a través de un diploma, puede que no haya completado sus estudios
Un ágil vistazo a la web del colegio profesional facilita saberlo, debido a que todos los colegios de dentistas tienen una relación de sus integrantes. En caso de duda puedes llamar al colegio.
Además de esta comprobación, conviene tener en cuenta si tiene alguna clase de especialización o master. En la mayoría de los casos una extensa formación complementaria es un claro indicativo de destreza profesional.
Para conseguir los datos nombrados, puedes guiarte de la información que seguramente sube la clínica o el doctor en su sitio web. Esta exposición al público y cualquier clase de autoridad, que podría corroborar la certeza de los datos, es un signo de transparencia a tomar en cuenta. Es por ello, que al pensar en realizarnos un tratamiento bucal, debemos tener presente buscar al mejor odontólogo en Trujillo o en la ciudad en la que vivamos.
2. Valoración del presupuesto
El presupuesto pertenece a los puntos en los que más se acostumbran apoyar los pacientes para decidir, y tiene lógica que de esta forma soliciten los tratamientos dentales que tienen la posibilidad de tener un coste destacable para muchas economías familiares.
No obstante, tomar la elección argumentando solamente el costo es un error, debido a que los tratamientos excesivamente baratos son poco realistas y en la mayor parte de casos conducen a grandes sorpresas.
Un dentista competente conoce el valor de su trabajo, y si el presupuesto es muy bajo comparado al entregado por otros odontólogos es muy probable que esto se deba al uso de materiales de menor calidad.
Además, si un dentista o clínica dental tiene la tecnología más avanzada, es una inversión que debe amortizar, y por consiguiente es habitual que se refleje en los costos.
Por último, el nivel de vivencia y formación del profesional puede tener repercusión en el presupuesto.
3. Localidad geográfica
El tercer punto es relativo a la localidad geográfica, y esto, aunque parezca poco considerable, tiene su importancia. Por ejemplo, saber de odontólogos en Trujillo, escoger una clínica dental para encontrar que está muy lejos de casa es fastidioso y con el pasar de los años puede transformarse en algo molesto.
A nadie le agrada tener que atravesar la localidad de punta a punta, menos cuando se va a someter a un régimen dental. Es mucho más efectivo ver que el odontólogo en Trujillo se encuentra en una región subjetivamente cercana (por ejemplo, a no más de 20 o 30 minutos en coche) y luego utilizar los criterios que se están mencionando en este texto.
Esto va a impedir que por desinterés dejemos de acudir a consultas de revisión, que en algunos tratamientos son indispensable para que lleguen a buen fin.
Una vez dicho lo previo, ten en cuenta que siempre es preferible asistir a un centro de tu seguridad, aunque esté algo lejos (dentro de unos márgenes razonables), que al que está más cerca de tu casa, pero no te crea el mismo nivel de seguridad. Algunos centros, como Odontológica Suiza, cuentan con varias sedes para hacer más cómoda la movilización del paciente a uno de sus centros y poder realizarse su tratamiento sin problemas.
4. Instalaciones y medios tecnológicos
Otras características a tener en cuenta son las instalaciones y la limpieza de la clínica, como también los medios tecnológicos con los que cuenta.
Puede suceder que haya buenos expertos que no tengan la tecnología más avanzada, ni con unas instalaciones comodísimas y sensacionales, pero hay cuestiones como la higiene que son de obligado cumplimento.
En relación con los medios tecnológicos, a lo mejor no haya que dejarse deslumbrar por su espectacularidad ni olvidar que el profesional que los manejará es de mayor relevancia, pero generalmente acostumbran contribuir a la realización de un diagnóstico y/o hacer distintos tratamientos. Además, en la situación de las pruebas, hacer todas o la mayor parte de ellas en nuestra clínica, va a impedir desplazamientos y dejará que todo el desarrollo resulte más ágil y práctico.
5. Trato personal
Se proporciona desde luego que el trato con el dentista debe ser cordial, pero más allá de la amabilidad, el aspecto a apreciar aquí es la seguridad que el profesional inspira cuando estamos hablando con él.
Asistir a la consulta de un dentista no es un deber de lealtad, de forma que si alguien tiene en cabeza someterse a un régimen, puede comentar con numerosos odontólogos para contrastar.
Esta comparación dejará corroborar cómo se expresa, si brinda o no explicaciones detalladas, o si, el paciente se siente a gusto siendo atendido.
Hablamos de un método subjetivo, que en ningún caso debe prevalecer por arriba de otros, pero que tampoco hay que omitir. Una vez que tengamos constancia de que un dentista está profesionalmente preparado, y que en relación conveniencia y precio nos encaja, no hay nada de malo en tomar la elección final en función de las sensaciones que nos produce.
Al fin y al cabo, la selección de la persona o de la clínica donde se vaya a recibir un tratamiento odontológico no debería hacerse jamás por solo una razón, sino por un conjunto de ellas. La salud de los dientes es sumamente importante como para que empleemos el tiempo indispensable en asegurarnos de escoger de manera correcta.
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